viernes, 10 de marzo de 2023

 ALINA

Su sonrisa capaz de endulzar una salina
Su mirada capaz de reflejar el mediterráneo y su agua cristalina
Su figura capaz de rivalizar con la más alta coralina
Desde que te vi no se me ocurre un nombre más precioso que Alina

Solo hay 3 fechas que una persona no puede anticipar
La que exige la muerte
La que escoge la inspiración
Y la que encapricha al amor

A 30 días y 30 noches de verano
Los cuento en silencio con los dedos de tu mano
Me balanceo en tú índice y lo leo para saber si será en vano
Tratar de vivir en 2 meses lo ausente en un curso pronto lejano

A mí Alina
La que baila
La que dibuja
Y la que duerme

Quiero contar tus pecas y por cada una escribir un verso
Sé que sería como contar las estrellas del universo
Pero prometo conseguirlo, aunque no deje libre papel ni por en su dorso ni su reverso
Si tú me regalas tu verano y un dibujo de estos versos

Ger

jueves, 11 de marzo de 2021

Doce años de amargura

 

Años cubren el recuerdo de su rostro

Insensato mi hijo, repudió a su padre

culpable de educar como hizo su madre

Tradición y oración como ningún otro

 

Recuerdo el tacto de su mano infantil

Aquel tierno niño al que di mi nombre

Mas creció y tomó la mano de un hombre

Negarle mi apellido fue un gesto fútil

 

Debí entenderle y aun no estoy absuelto

Pensaba con la rigidez de un soneto

Hablaba pero mi boca era un cuarteto

Mientras que él era un verso suelto

 

Doce años contenidos de amargura

En la noche sueño una visión diferente

donde yo soy el cobarde y él el valiente

pero al despertar solo tengo otra arruga

 

Ahora que estoy solo lloro en secreto

esperando que un día suene el timbre

Y que suba un perdón en forma de nieto


-Gabriel Santana

lunes, 18 de febrero de 2019

Silencios de ti

Ruido. Hubo ruido en cada puto lunar de su cuerpo. En nuestros labios, violentos, fúnebres carcajadas. Ruido en miradas, en su mar chocando con mi tierra, rodeando sus pupilas.

Sordos. Cayendo, o quizá volando. Entre estrellas, cegando nuestros oídos de madrugada, con sonrisas adyacentes al corazón. Y sonaba tan rápido como triste, agresivo, rompiéndose a cada respiración en la que no estaba, bombeando la sombra de nuestro barco en un océano errante, esperando,
esperanza,
con la música de las olas, y deseos guiando su rumbo.

Creando truenos con cada muro que saltábamos para acercarnos. Oyendo cada paso con el que no lograba alcanzarte. Lanzando gritos a la Luna, que nunca parecía escuchar. Arañando gargantas con nuestros nombres. Desgañitando entrañas sin tus presencias. Aullando, sin querer quererte. Y gritando, vociferando, chillando, provocando. Doliendo, dañando, jodiendo y fallando. Hablando, callando, queriendo,
-o amando-. Creando, imaginando, un mundo (pero a tu lado). Haciendo una guerra de cada una de nuestras noches. Disparando, peleando, combatiendo, enfrentando, luchando, batallando.

Alto el fuego.

Y, ahora, silencio.

domingo, 13 de enero de 2019

Droga Onírica


Comenzó a andar, con paso nervioso y los ojos puestos en sus zapatos. Sin destino, solo quería andar. No hay nadie en la calle pero se siente observado, se encoje y esconde la mirada ante su propio reflejo. Poco a poco cobra un paso  firme, huele la determinación en la indeterminación,  y mira hacia adelante.

No entró porque ya estaba dentro, la mujer sin rostro pregunto una vez más.

-        -  ¿la certidumbre de lo falso?

-         -  La falsedad de lo cierto

Silenciosamente introdujo los datos en su blanquísimo ordenador. La mujer sin rostro se le acerco, se puso de puntillas, y  le dio un beso corto y profundo, con su boca inexistente. La dio las gracias y continúo.

Se llevo la mano al pecho, de este brotaba vino. Con la yema del dedo acaricio su tacto, era suave y limpio pero también duro y tosco, era tangible e intangible, lo era todo, menos efímero, y ahora era suyo.

Se sumergió, nado entre las nubes  y planeo el fondo del océano, aprendió de reyes sin reino y huyo de reinos sin reyes, ahorco a las moiras con su propio hilo, se enamoro de la juventud y exilio al tiempo, amo y perdió.

Al fin, se aproximo a él, lentamente, sin prisa, sosegado. Con alivio puso su mano en su hombro y el se volvió, se miro a si mismo, contemplo sus propios ojos  y en ellos vio su alma, un reflejo infinito de si mismo baila en su iris, se encontró con si mismo. Alargo la mano y la estiro para llegar a rozarse, su sinónimo movió sin ganas un dedo, y por un momento se tocaron.


Salió pero antes ya estaba fuera, caminaba nervioso y con la cabeza gacha, huyendo de su propio reflejo. Sin destino, solo quería caminar, para encontrarla de nuevo, atrapado en su sempiterna búsqueda, por la inspiración.


lunes, 31 de diciembre de 2018



                   El Tiempo no cura



 El tiempo no cura
 el tiempo pudre
 la esperanza de lo que podría haber sido
 resignación disfrazada de un olvido lúgubre


 EL tiempo no cura
 el tiempo mata
 el alma endurece y el corazón agrieta
 no es no sentirlo sino no sentir nada

 El tiempo no cura
 el tiempo engaña
 nuestras palabras que buscan otros oídos
 hipocremia, mas ella no escucha lo que el pecho calla

 El tiempo no cura
 pues de la pasión es el eco
 inocentes nosotros que amamos
 sin saber que el amor y el tiempo
 conspiraban en secreto


Gerardo Guijarro





sábado, 14 de abril de 2018

Sencillo

~¿Por qué siempre que digo adiós el corazón me dice: "inténtalo otra vez"?~ Marwan.

Hay veces que el dolor duerme tan dentro de nosotros que ya ni siquiera sacarlo a la luz puede aliviarlo. Entiendes que has tocado fondo cuando te encuentras solo y perdido entre tanta gente que dice acompañarte. 

El problema de fondo no es que no sepan escucharte o que no te entiendan. Eso son mentiras que nos contamos a nosotros mismos porque no queremos ver el verdadero problema; yo.
Nosotros somos nuestros propios castigos y amores, y solo queremos que nos escuche esa persona. Queremos tenerla cerca, y pensamos que con esa persona todo será diferente. O no. No siempre las expectativas son el problema real, aunque ayudan a hacerlo más grande.

El problema es que nos aterroriza estar solos. Y no hablo de parejas.
Sólo la idea de la soledad nos destruye por dentro, y tiramos de lo que tenemos cerca.
Algunos lo solucionan centrándose en la política, los ideales, conociendo gente, fiestas para que parezca que conocen gente, metas, un futuro "claro", religión, e incluso algunos tiramos de lo único que sabemos hacer: amar. 
Y cuando amamos, lo hacemos de manera proporcional al miedo que tenemos de de estar solos. Y esto, duele.

Duele porque no siempre amamos a la persona, sino a lo que (creemos) necesitamos de ella. 
Duele también cuando no somos correspondidos. Pero esa historia ya la conocemos todos.

Los que se aferran a sus ideales, a sus metas, luchas personales o colectivas, religión... no tienen  tantos problemas, porque la lucha de clases o Dios son cosas que parecen no tener fin, al contrario de nosotros.
Los que amamos, somos los que más rápido perdemos las ganas de vivir, porque el amor sólo es eterno mientras dura. Por lo que luchamos no siempre puede llenarnos, ya sea porque no sabemos lo que queremos como si no saben como si no saben querernos.

Al final, todo es mucho más sencillo. Como siempre.

P.D.: Dejo aquí mis tres confesiones y una oferta de trabajo. A quien pueda interesarle:

~No soy capaz de quererme y busco a alguien que lo haga por mí.
~Tengo miedo de quedarme a solas conmigo.
~Necesito llenar ese vacío que me genero yo mismo y no sé como llenar.

Se busca princesa que me haga creer príncipe. Aunque le haya salido rana.




~Lvz.~

lunes, 2 de abril de 2018

Claro de Luna

Hoy les contaré una leyenda que pueden creer o no, pero que si saben observar, sabrán que es tan real como el presente, y está tan presente como la realidad. 

En el bosque de los arboles perdidos, todo y nada cobran a la vez sentido. Es el lugar en el que los sueños incumplidos ahogan sus penas entre las hojas caídas de los hombres tristes, que al no encontrar su eternidad al echar a volar, se convierten en los sauces que no dejan de llorar.
Allí, las brujas bailan sin temor a la luz del día, y el diablo pierde la noción del tiempo para poder escapar de sí mismo. Al menos por un instante.
Los viajeros perdidos nunca encuentran el camino a casa porque ninguno se para a recordarla, y olvidan cómo buscar. 

Pero no todo es oscuro allí. En un claro del bosque hay un lago de agua de cristal donde la Luna fija sus rayos con atención.
Su luz ilumina a una joven que vestida de blanco baila sonriendo con los pies descalzos alrededor del lago. Ella da vueltas sobre sí misma, con movimientos lentos, al compás de una melodía que hipnotiza a la propia Luna.

Las estrellas, por su parte, no dejan de lanzarse destellos entre sí. Unas sugieren que aquella joven Dama ha perdido su cordura. Otras por el contrario defienden que de hecho la ha encontrado. Algunas incluso señalan que solamente se ha encontrado a sí misma.

Pero sólo ella conocía la verdad sobre su sonrisa.

La verdad es que ahora, en ese claro de Luna, ella no bailaba sola.
Mientras su vestido blanco vuela por la orilla del lago, ella siente que alguien acompaña su sueño. Unas manos rozan suavemente las suyas, y unos ojos solo tienen interés en ella mientras siguen su compás.

Los primeros en entenderlo son los árboles, que piden ayuda al viento para tararear la melodía más hermosa escuchada jamás por un ser vivo. 

Solamente un lobo solitario aúlla en mitad de la noche, rompiendo la armonía de la canción de los árboles y el baile de la Dama Blanca. Intenta explicarle a la Luna que la joven ya no baila sola. Que ha encontrado su sueño despierta.

Pero la Luna, como todo lo demás en el bosque, sólo atiende el baile del claro, donde hay un lago de agua de cristal, y un baile de eternidad.

José J. Granados

miércoles, 14 de febrero de 2018

Locuras cuerdas


Checking the heart and checkin' into my hope
watching the lines when I'm blood sucking with you

Por lo menos ella es más resistente que tu cordura,
-aunque no sea mucho pedir-,
y soporta más carga que las gotas de sudor de tu frente cuando intentas no llorar.

Te giras con la esperanza que tu antiguo yo te enseñó a conservar,
rota,
prohibida,
incluso por quién todavía llevas en la mirada si te hablan de hogar, aunque "casa" no sean más que cuatro recuerdos con ventanas empañadas que te impiden mirar hacia fuera.

Caminas hacia mí sonámbulo, soñando con no despertarme, pero no sabes que en mi cama caben infinitas ovejas,
-aunque siempre habrá sitio para ti-.
Salvas nuestra distancia creyéndote superhéroe y multiplicas la vuestras aunque nunca te gustaran las matemáticas.

Y a pesar de que eres tú quién se aleja de ella,
de su cordura mal atada,
de sus nudos en el alma,
que ni tus dedos han logrado deshacer;
soy yo la que lucha por no ser tu precipicio.

Ante todo,
soy yo quién te quiere,
aunque no más que la soga
con la que has bailado
hasta el final de tus poemas.
Sofía Santos

miércoles, 3 de enero de 2018

Carolina tratame bien

capaz de convertir las hipérboles en diminutivos
ella descoloca mis esquemas
ella hace mis metáforas redundantes 
bella sonrisa, es un poema 
que mi boca anhela

destroza mi autoestima
pues estar con ella se me estima a utopía
me preocupa ser un artista mediocre
de los que venden letras al vacio
pero tiraría la pluma y la rima por tener con ella un amor de poesía


no podría soportar este dolor ni con la mejor sinestesia
soy un agente infiltrado en su circulo
buscando pistas de amor en terreno hostil
quisiera expresarle mis versos pero un “no” los covirtiria en prosa
quiero despejar la incógnita pero salgo del calculo

un secreto escrito a voces, que mis palabras escuchan de oídas
me siento solo, como Gabriel Rufián en el congreso
o como un político catalán preso
de tus miradas, encerrado por un beso

quiero reír tus risas y saborear tu olor
hoy volveré a verte
carolina trátame bien


no quiero ser anonimo
te ama, tu antonimo


lunes, 11 de diciembre de 2017

«Ven»

Now I'm breaking at the bridges 
and at the end of all your lines

Ven, como declaración de intenciones. Porque yo no me atrevo a decirte que todavía te quiero y tú ya no eres el valiente de los dos. Porque tú eres un mentiroso y a mí siempre me han gustado los titiriteros.  

Todas las canciones llevan ahora tu nombre. Nunca llegué a ser revolución porque no toqué tus labios. Ven, porque sé que no te gusta perder y yo voy a lograr que pierdas la cabeza por mí. (Tranquilo, sólo pasearé por ella) (de vez en cuando) (todas las veces que creas oír mi nombre en las aceras).

Vago sola, me muero de sed y tus ojos son un oasis en medio del desierto. Tu hogar siempre será el mar porque éste te lleva al mío. Ven, dime en quién piensas. Eres la alevosía de todos mis adjetivos, pero sobretodo eres un egoísta y un niño pequeño.  

(Pero yo siempre cumpliría todos tus caprichos, ven).